- Runas de madera: ve al bosque. Camina un poco por la zona hasta que algún árbol te 'llame'. Un árbol que te atraiga. Has primero de decirle al árbol lo que le vas a hacer, dando gracias y disculpándote. Extrae una rama (viva) del mismo y córtala en 24 rodajas. Talla por orden cada runa en las lonchas; puedes pintarlas para que resalten más una vez tallado o usando el fuego. Las runas de madera son muy vivas, tienen mucha energía, quizás algo inestables en ese sentido, pero son para mi gusto las mejores para empezar.
- Runas de piedra: valdrán piedras de la orilla de un río o de una playa, o de la montaña misma. Mucho más duro de grabar cada runa, una energía muerta al principio que hemos de ir reviviendo poco a poco, pero que después se vuelve brillante y muy estable. La pizarra es una roca idónea, pues es oscura pero el trazo se vuelve gris claro, y es relativamente blanda.
Las runas son una manera de conocernos a nosotros mismo y al mundo que nos rodea. Se requiere cautela, serenidad y receptiva para captar sus mensajes. Son sin duda una de las mejores magias. Nos conectan directamente con el Yggdrasil. Por eso, usadlas para el bien, y nunca para el mal.
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